Saltar al contenido principal

Aprendizaje social

No todo aprendizaje es resultado de premios y castigos, no es necesario experimentar directamente para aprender, ya que si este fuera el caso, nuestra capacidad de aprender sería muy restringida.

También aprendemos por observación o imitando la conducta de otros; de hecho la mayor parte de lo que conocemos, no lo sabemos por propia experiencia a partir de ensayos y errores, lo hemos aprendido en los otros seres humanos.

El aprendizaje social es un tipo de estrategia para el aprendizaje que suele utilizarse muy frecuentemente y que tiene un fuerte componente intencional y procedimental. Esta estrategia se basa en la observación y la imitación. No depende de la experiencia directa con las contingencias ambientales, sino de la observación de la experiencia de otros organismos con contingencias ambientales en diferentes circunstancias.

Somos capaces de aprender de los ejemplos de los demás. La imitación-observación tiene las ventajas de reducir el tiempo de aprendizaje y evitar riesgos innecesarios.

Aprendizaje vicario

El aprendizaje vicario es una estrategia que integra aspectos conductistas y cognitivos. Representa una síntesis de estos modelos, como lo evidencia el trabajo de Albert Bandura. Su enfoque, iniciado con investigaciones sobre la adquisición de conductas sociales por imitación, marcó un avance desde el conductismo, incorporando influencias cognitivas.

El experimento del muñeco bobo realizado por Bandura, Dorothea Ross y Sheila Ross, es fundamental en este campo. Se centró en la transmisión de la agresión a través de la imitación en niños de 2 a 6 años, demostrando que las conductas agresivas pueden ser aprendidas por observación.

Bandura propuso una hipótesis innovadora: los individuos aprenden cualquier conducta observada, pero solo repiten aquellas que han visto ser recompensadas. Esto estableció una distinción clave entre aprender y ejecutar, desafiando el núcleo del modelo conductista.

Según Bandura, el aprendizaje por observación surge de procesos simbólicos durante la exposición a acciones y sus consecuencias, no requiriendo reforzamiento extrínseco directo. El reforzamiento, en su teoría, sirve más como un antecedente que influye en la atención y memorización que como una contingencia necesaria para el aprendizaje.

Bandura también introdujo la idea del determinismo recíproco, sosteniendo la "reciprocidad triádica del funcionamiento humano". Esta teoría implica que el aprendizaje resulta de la interacción entre contexto, comportamiento y factores personales.

Finalmente, resalta la posibilidad de aprender sin reforzamiento directo, simplemente observando las conductas de otros y sus consecuencias. Esto expande el entendimiento del aprendizaje más allá de los límites del conductismo clásico, destacando la importancia de la observación en la adquisición de conocimientos y habilidades.

Modelo

El modelo es quien ejecuta, directa o indirectamente, la actividad que el observador puede aprender, si, además, quiere estaríamos ante la situación de aprendizaje ideal.

No obstante puede tratarse de aprendizajes no programados y de modelos no previstos.

El modelo es quien provoca la acción de modelado en la observadora u observador, una acción que ocurre como resultado de la imitación.

Existen ciertos atributos que facilitan la elección de los modelos:

  • La proximidad es central: probablemente el observador elija como modelo a alguien que esté cerca, lo que significa que personas como los padres, abuelos, hermanos/hermanas mayores, profesores… son más susceptibles de ser elegidos como modelos que las personas extrañas.
  • El estatus social es otra característica relevante: en el estatus del modelo se incluyen características como la posición del mismo, el papel que desempeñe, el poder o influencia que tenga y la habilidad para comunicarse.
  • También influyen otras características como nivel de competencia, valor afectivo, consistencia y congruencia conductual, edad, sexo, etc.

Por otro lado, hay distintos tipos de modelo, destacando principalmente dos:

  • Modelo directo: aquel con el cual el observador tiene una representación visual, sea real o virtual, existiendo una proximidad entre ambos. Se distinguen dos subtipos:
    • Modelo directo real: Es una persona concreta visible para el aprendiz, que puede ser un familiar, amigo, profesor, etc. La proximidad y posibilidad de interacción directa facilitan el modelado conductual a través de demostraciones, imitaciones y retroalimentación.
    • modelo directo virtual: personas o personajes accesibles a través de medios como la radio, televisión, libros, etc. Son útiles para modelar estilos de comportamiento y conocimiento, como valores y actitudes.
  • Modelo indirecto: este modelo no implica una representación visual directa. El aprendiz no tiene proximidad ni interacción con el modelo. En este caso, el aprendizaje se basa en descripciones verbales o conceptuales del comportamiento a imitar, accesibles a través de libros, manuales, etc. Este tipo de modelo permite un modelado de conductas más amplio y variado, dado que se puede describir un número ilimitado de conductas a muchas personas.

Observador

El observador es un elemento crucial en el aprendizaje vicario. Este individuo no solo es un espectador sino también un participante activo en su proceso de aprendizaje.

Las personas influyen significativamente en su entorno, ejerciendo un autocontrol y auto-recompensa o auto-castigo que facilita el desarrollo de nuevas conductas, según Bandura (1977).

Los observadores son selectivos en la elección de modelos, influenciados por sus destrezas, competencias, motivaciones, emociones y personalidad. Para que la observación sea eficaz, es necesario focalizar la atención en el comportamiento del modelo, ya que la falta de atención puede resultar en un modelamiento incorrecto o incompleto.

Una vez que la conducta es observada, codificada y memorizada, el aprendiz debe ser capaz de imitar deliberadamente lo observado. Sin embargo, están limitados por las capacidades de su especie. Este tipo de aprendizaje tiene un valor adaptativo, permitiendo generar expectativas de resultados y evitando procesos de ensayo y error o comportamientos peligrosos.

Romero y Jara (2011) identifican varios niveles de complejidad en la imitación:

  1. Imitación sensoriomotriz o de respuestas inmediatas, integrando información propioceptiva de fuentes externas e internas.
  2. Imitación demorada o de respuestas diferidas, que utiliza imágenes y requiere procesos de memoria y representación analógica.
  3. Imitación controlada por el lenguaje, un nivel específicamente humano que permite el modelado simbólico.

Otros elementos

El análisis del aprendizaje observacional, social o vicario asume que las influencias de los modelos operan a través de su función informativa. Los observadores adquieren representaciones simbólicas de las acciones modeladas, en contraste con las asociaciones E(stímulo)-E(stímulo) o E(stímulo)-R(espuesta) del conductismo (Bandura & Jeffery, 1973).

Este proceso se explica mediante el esquema E(stimulo)-O(organización mental)-R(espuesta), que inicia con la observación de un modelo y culmina en la conducta imitativa.

El proceso de modelado involucra 4 procesos mentales (Bandura, 1965, 1977):

  1. Atención: regula la percepción de las acciones del modelo, siendo crucial la capacidad de atención y percepción del observador.
  2. Retención: transforma las experiencias vicarias en representaciones mentales, almacenando patrones de respuesta en la memoria.
  3. Reproducción motora: convierte representaciones simbólicas en acciones concretas, requiriendo habilidades físicas y cognitivas.
  4. Motivación y emociones: determinan la activación de las respuestas adquiridas en la práctica, impulsando la observación y adopción del comportamiento modelado.

La adquisición de patrones de conducta modelados está controlada por procesos atencionales y de retención, mientras que la ejecución de conductas aprendidas depende de procesos de reproducción motora y motivacionales.

No se limita a la mera imitación, sino que involucra una elaboración activa y creativa de la persona observadora. Además, el aprendizaje observacional permite adquirir no solo patrones de conducta, sino también componentes cognitivos como criterios de valoración, estrategias, competencias cognitivas, y valores, a partir de la observación de modelos.

Aplicaciones prácticas

Hay diferentes procedimientos de intervención psicopedagógica basados en el aprendizaje observacional, entre los cuales se resaltan tres:

  1. Modelado gradual: implica exponer al observador a una secuencia progresiva de modelado por parte del modelo, sin consecuencias adversas, para alcanzar la conducta final deseada. Se utiliza en la extinción vicaria de miedos, fobias, inhibiciones y comportamientos de escape/evitación. Una variante es el modelado múltiple, donde se exponen múltiples modelos interactuando con objetos temidos para lograr una extinción más eficaz y eficiente.
  2. Modelado guiado con refuerzo: especialmente útil en grandes déficits conductuales y funciones psicológicas básicas. Desarrollado por Lovaas y cols. (1966), se enfoca en rehabilitar funciones a través de estímulos que aumentan la responsividad a influencias sociales. Combina modelado con ejecución guiada reforzada, presentando pautas de respuesta complejas y recompensando reproducciones exactas.
  3. Modelado participante: presenta uno o varios modelos ejecutando la conducta problemática. Tras la demostración, se guía a los sujetos para realizar la misma conducta en condiciones favorables, buscando su emisión espontánea y posterior generalización a diferentes circunstancias.