Adultez media (40-65)
La adultez media es la subetapa siguiente de la adultez temprana y abarca desde los 40 años a los 65 años.
Esta etapa, construida socialmente, invita a reflexionar tanto sobre el pasado como sobre el futuro, a replantear metas y aspiraciones, y a evaluar y aprovechar mejor el resto de la vida. El significado de la adultez media varía según la salud, el género, los factores étnicos y la condición socioeconómica.
Durante esta fase, los individuos comienzan a notar ciertos cambios en sus vidas, especialmente en comparación con la energía que tenían durante la adolescencia y la adultez temprana. La mayoría de las personas en edad madura son lo suficientemente realistas para aceptar las alteraciones en su apariencia, funcionamiento sensorial, motor y sistemático, así como las capacidades reproductivas y sexuales, que cambian con el paso de los años y las experiencias vividas.
Cambios biológicos graduales
En términos de apariencia física, la piel pierde elastina y colágeno, reduciendo su flexibilidad y provocando la aparición de arrugas, con una pérdida aproximada del 1% de elastina por año.
El cabello se vuelve más fino y puede escasear. La grasa y el peso se acumulan en áreas como el abdomen, los brazos, las nalgas y otras partes del cuerpo, lo que lleva a una tendencia a ganar peso y perder estatura.
Además, la densidad ósea disminuye, aumentando el riesgo de osteoporosis, especialmente en mujeres a medida que se reducen las concentraciones de estrógenos, lo que contribuye a la absorción del calcio.
En cuanto al funcionamiento sensorial, a partir de los 40 años disminuye la agudeza visual, dificultando la capacidad para discernir detalles espaciales en objetos tanto cercanos (hipermetropía) como distantes (miopía).
La presbicia, o "vista cansada", se generaliza, afectando la capacidad para ver de cerca. También se reduce la percepción en tres dimensiones, afectando la profundidad y distancia. La audición sufre una pérdida gradual a partir de los 50 años, con un 25% de personas experimentando una pérdida significativa de la audición, especialmente en los hombres. Esta pérdida, conocida como presbiacusia, degrada la habilidad para escuchar sonidos de alta frecuencia. La pérdida de audición puede deberse también a factores ambientales como la exposición prolongada al ruido en ciertas profesiones o hobbies.
El olfato y el gusto también se ven afectados, con una pérdida de sensibilidad en las papilas gustativas, haciendo que los alimentos pierdan sabor. La sensibilidad al tacto puede disminuir después de los 45 años, y la percepción del dolor puede variar después de los 50 años.
Funcionamiento psicomotor
Los cambios en la capacidad psicomotora, aunque leves, pueden afectar la interacción con los demás. El tono muscular y la coordinación motora disminuyen gradualmente después de los 20 años, y a los 60 años, se puede notar una pérdida del 10% de la fuerza máxima.
Los músculos se debilitan, especialmente en la espalda y las piernas, y hay una pérdida de resistencia. Además, hay una disminución del tiempo de reacción, lo que implica respuestas más lentas a estímulos verbales o manuales. El metabolismo basal, que es el uso de energía para mantener las funciones vitales, desciende gradualmente a partir de los 40 años.
Cambios en la sexualidad
En cuanto a la sexualidad, el placer sexual no cambia significativamente, aunque hay una disminución en la capacidad reproductora en ambos sexos. En las mujeres, esto se debe a la menopausia y la incapacidad de concebir, mientras que en los hombres hay una disminución en la fertilidad. Las ventajas de esta etapa incluyen la liberación del temor al embarazo debido a la menopausia y una mayor libertad sexual con la ausencia de hijos. Sin embargo, también hay desventajas, como un mayor tiempo de reacción en los hombres y menor elasticidad en las mujeres.
Menopausia y climaterio
La menopausia marca el cese de la ovulación y, por lo tanto, de la menstruación, ocurriendo generalmente alrededor de los 50 años. Este proceso implica un año sin período menstrual. Por otro lado, el climaterio (o perimenopausia) es el conjunto de cambios biológicos y psicológicos que acompañan a la menopausia. Este proceso comienza unos años antes (aproximadamente a los 45 años) y puede durar entre 15 y 20 años.
Durante el climaterio, las mujeres pueden experimentar una serie de síntomas físicos y emocionales, como sofocos, dolor muscular, sequedad vaginal y ardor, dolor de cabeza, insomnio, fatiga, aumento de peso, irritabilidad, nerviosismo, ansiedad y tristeza. Aunque las diferencias individuales son significativas, estos síntomas son bastante comunes.
Cambios en la sexualidad en hombres
Aunque los hombres no experimentan una menopausia, sí sufren cambios físicos en su sistema reproductivo a partir de los 40 años. La producción de esperma y testosterona disminuye aproximadamente un 1% por año a partir de los 30 años. Además, la disfunción eréctil se vuelve más común, afectando aproximadamente al 39% de los hombres a los 40 años y al 67% a los 70 años. También es común el agrandamiento de la glándula próstata, lo que puede causar problemas de micción y necesidad de orinar con frecuencia por la noche.
La andropausia es el proceso natural mediante el cual las capacidades sexuales del hombre disminuyen con la edad, al igual que otras funciones orgánicas.
Salud física y mental
Factores que influyen en la salud
La salud durante la adultez media está influenciada por varios factores:
- Sexo y genes: Factores biológicos y genéticos afectan la salud.
- Etnia e ingresos económicos: Las personas con bajos ingresos económicos tienen más probabilidades de sufrir enfermedades y morir. Además, los hombres tienen tasas más altas de mortalidad, mientras que las mujeres tienen tasas más altas de morbilidad y enfermedades crónicas.
- Educación y región geográfica: Estos factores también pueden acelerar o desacelerar el proceso de envejecimiento.
- Estilo de vida y cultura: El tabaco, el alcohol, las drogas y mantener un estilo de vida sedentario aumentan la incidencia de enfermedades en la adultez.
El consumo de tabaco es la principal causa de muerte prevenible. El abuso de alcohol puede llevar a la destrucción de células cerebrales, contribuir a la osteoporosis, disminuir la fertilidad y estar asociado con suicidios, homicidios y accidentes. La inactividad física y el sedentarismo, así como el sobrepeso y la obesidad, se vuelven más comunes y letales con el exceso de peso durante la adultez media.
Salud mental
Uno de los factores más influyentes en la salud mental es el estrés. Los síntomas físicos asociados al estrés incluyen dolor de cabeza, estómago, tensión muscular y fatiga. Los síntomas psicológicos abarcan nerviosismo, ansiedad, tensión, ira, irritabilidad y depresión. El estrés puede llevar a enfermedades como hipertensión, enfermedades cardiovasculares, úlceras y tumores.
En la madurez media, los principales motivos de estrés suelen ser la situación económica de los hijos e hijas, familiares o amistades que se enferman. Los sucesos propios de esta etapa pueden categorizarse en eventos vitales estresantes, como la muerte del cónyuge o un despido laboral, y estresores cotidianos, como irritaciones y sobrecargas. La resiliencia es la mejor cualidad para sobrellevar estos eventos estresantes.
En resumen, la adultez media es una etapa compleja caracterizada por cambios físicos y emocionales significativos. La comprensión y aceptación de estos cambios, junto con hábitos de vida saludables y una buena gestión del estrés, son esenciales para mantener una buena calidad de vida durante estos años.
Desarrollo cognitivo e inteligencia
Durante la adultez media, las personas alcanzan su mayor punto de rendimiento intelectual. No obstante, este rendimiento no es uniforme, ya que implica tanto pérdidas como ganancias en diferentes habilidades y etapas. En esta fase, se produce un óptimo desempeño en áreas como el razonamiento inductivo, las relaciones espaciales, la fluidez y la memoria verbal, lo cual favorece el desarrollo intelectual. Sin embargo, también ocurren cambios biológicos que pueden conducir al declive cognitivo.
A lo largo del proceso de envejecimiento, las personas se vuelven más inteligentes en algunos aspectos y pierden lucidez en otros. Este fenómeno resalta la complejidad y la naturaleza multifacética del desarrollo cognitivo en la adultez.
Modelos de inteligencia
En la sección dedicada a los modelos teóricos, explico los distintos modelos de inteligencia. Entre las diversas propuestas, destacan:
- Propuesta de 2 tipos: Modelo bifactorial de fluida y cristalizada (Cattell Horn).
- Propuesta de 3 tipos: Teoría triárquica de la inteligencia (Sternberg).
- Propuesta de 8 tipos: Teoría de las inteligencias múltiples (Gardner).
Investigación
Hasta hace pocas décadas, las conclusiones sobre este tema eran variadas y los investigadores sostenían posturas divididas. Las preguntas fundamentales incluyen: ¿cómo se ha medido la inteligencia? y ¿qué tipo de diseños se han utilizado, transversales o longitudinales?
Estudios transversales
Durante la primera parte del siglo XX, se llevaron a cabo estudios transversales que evaluaban a una población de estudio en un momento temporal concreto. Estos estudios comparaban diferentes muestras de distintas edades (un grupo de niños frente a uno de adolescentes, por ejemplo), pero no seguían a las mismas personas a lo largo del tiempo.
Las pruebas clásicas utilizadas para medir el cociente intelectual (CI) incluyen la Escala de inteligencia de Stanford-Binet y las Escalas de Wechsler (WISC/WAIS). Las conclusiones de estos estudios indicaban que la inteligencia se desarrolla en la niñez, alcanza su máximo en la adolescencia/adultez emergente y luego disminuye de forma gradual (estabilidad hasta los 25 años aproximadamente).
Sin embargo, estas conclusiones han sido refutadas por estudios longitudinales y por el efecto Flynn. El efecto Flynn informó del aumento de la inteligencia con los años y las generaciones, debido a factores como una mejor educación formal, una mejor alimentación y salud, y mejores condiciones ambientales. Así, los resultados de los estudios transversales que indicaban un declive en la inteligencia a partir de los 25 años se refutaban con los datos observados por Flynn.
Estudios longitudinales
Durante la segunda parte del siglo XX, Nancy Bayley llevó a cabo estudios longitudinales, siguiendo a los mismos grupos de adultos que habían sido evaluados cuando eran niños. Bayley concluyó que el potencial intelectual de las personas puede seguir mejorando y no sufre deterioro durante los primeros 36 años de vida y quizás más allá (Bayley, 1966).
Bayley obtuvo resultados diferentes porque en los estudios longitudinales se evaluaban las mismas personas en diferentes momentos temporales, mientras que en los estudios transversales se evaluaban diferentes personas.
Los estudios transversales pueden conducir a errores porque cada cohorte tiene experiencias de vida únicas. Por otro lado, los estudios longitudinales demuestran que la mayoría de los adultos experimentan "ganancias" cognitivas con el tiempo. Aunque los estudios longitudinales se consideran más fiables que los transversales, no son perfectos.
Sin embargo, hay algunas limitaciones en estos estudios longitudinales
- Los participantes que se someten varias veces al mismo test pueden mejorar sus resultados por la práctica.
- Los participantes que abandonan el estudio tienden a ser aquellos con puntuaciones más bajas de CI.
- Existe una dificultad en la aplicabilidad de los resultados a otras muestras de comparación.
En resumen, mientras que los estudios transversales pueden sobrevalorar el declive intelectual de los adultos, los estudios longitudinales pueden infravalorarlo. La evaluación del rendimiento cognitivo en la edad adulta debe considerar estos factores y utilizar diferentes tipos de inteligencia y diseños de investigación para obtener una visión completa y precisa.
Estudios secuenciales de Schaie (1993)
El estudio secuencial, también llamado Diseño Longitudinal-Secuencial, es una investigación en la que se estudian varios grupos de edades diferentes a lo largo del tiempo. Este tipo de investigación está diseñado para superar las deficiencias de los estudios transversales y longitudinales, combinando las ventajas de ambos métodos y midiendo a varios grupos de personas en distintos momentos.
Warner Schaie evaluó una muestra de 5000 sujetos de entre 20 y 50 años. Siete años después, volvió a evaluar a su población inicial y agregó un nuevo grupo de la misma edad. Repitió este trabajo durante más de 50 años, agregando nuevas muestras cada siete años. Esta combinación de evaluación longitudinal y transversal permite comparar el rendimiento de las personas a lo largo del tiempo y entre diferentes cohortes.
Pregunta
Según Schaie, ¿a partir de qué edad se muestra un declive importante de las capacidades cognitivas?
Las conclusiones de los estudios de Schaie fueron:
- Durante la adultez media, las capacidades intelectuales aumentan o, al menos, se mantienen estables.
- La mayoría de los adultos alcanza su capacidad intelectual máxima en algún momento entre los 40 y los 60 años.
- De los 20 hasta los 60 años, las capacidades cognitivas tienden en general a aumentar, excepto la capacidad numérica y la fluidez verbal, que empiezan a decaer algo antes.
- Hasta los 80 años no se muestra un declive importante en todas las capacidades cognitivas.
- Los que presentan una disminución antes de los 60 años es normalmente debido a la existencia de alguna enfermedad neurológica.
Estos hallazgos destacan la importancia de utilizar diseños secuenciales para obtener una comprensión más precisa del desarrollo cognitivo a lo largo de la vida adulta.
Pregunta
En relación al desarrollo cognitivo en la adultez tardía:
Particularidades de la cognición adulta
En la adultez media, la cognición presenta características específicas que la diferencian de otras etapas de la vida. Estas particularidades incluyen el pensamiento postformal, el pensamiento creativo y el conocimiento especializado, también conocido como pericia.
Pensamiento postformal
El pensamiento postformal se caracteriza por una naturaleza integradora. Los adultos en esta etapa son capaces de integrar la lógica con la intuición y la emoción, así como de reconciliar ideas contradictorias. La capacidad creativa en esta etapa implica utilizar la perspicacia de tres maneras fundamentales:
- Recoger información pertinente al problema.
- Ver relaciones entre partes aparentemente aisladas.
- Ver analogías entre un problema nuevo y otro ya solucionado.
Pensamiento creativo
El pensamiento creativo tiende a alcanzar su cúspide entre los 30 y los 50 años. Este tipo de pensamiento es el resultado de un conocimiento profundo y organizado sobre un tema específico, combinado con un gran apego emocional. Los adultos creativos conocen sus limitaciones y potencialidades, lo que les permite adoptar puntos de vista nuevos y únicos. La creatividad en esta etapa tiene poca relación con el cociente intelectual (CI) y se manifiesta más en la habilidad para generar soluciones innovadoras y resolver problemas de manera original.
Conocimiento especializado o pericia
A medida que envejecemos, nos convertimos en expertos selectivos en actividades que disfrutamos o que hemos repetido frecuentemente. Ser un experto significa tener una mayor capacidad, competencia y conocimiento para realizar una tarea específica mejor que la persona promedio. Las diferencias entre un experto y un novato incluyen:
- Pensamiento intuitivo
- Pensamiento automático
- Pensamiento estratégico
- Pensamiento flexible
Conclusiones
En resumen, la cognición adulta en la adultez media presenta una gran variabilidad entre individuos debido a sus experiencias particulares. Algunos de los puntos clave incluyen:
- El principio de lo que no se usa se pierde destaca la importancia de mantener activas las habilidades cognitivas.
- El rasgo de apertura a la experiencia se asocia con el mantenimiento de altos niveles de desarrollo cognitivo en la adultez.
- A pesar de la pérdida de ciertas habilidades, la plasticidad cerebral permite que, con entrenamiento, se puedan mantener o incluso mejorar algunas capacidades intelectuales durante la adultez.
Estos aspectos subrayan la complejidad del desarrollo cognitivo en la adultez media y la importancia de considerar tanto las pérdidas como las ganancias cognitivas que ocurren durante esta etapa de la vida.
Pregunta
En relación a la memoria en la adultez tardía:
Desarrollo psicosocial
Cambios en la mitad de la vida: modelos teóricos
El modelo dominante en la evaluación de la personalidad en adultos se enfoca en rasgos mentales, emocionales, temperamentales y conductuales. Este enfoque sugiere que la personalidad adulta cambia muy poco después de los 30 años. A continuación, se presentan algunos modelos teóricos importantes que abordan estos cambios.
Modelo mecanicista
Este modelo tiene un origen biológico y ve el desarrollo desde la niñez hasta la adultez como una evolución hacia estructuras estables. La personalidad se entiende como una serie de tendencias básicas de conducta que influyen en pensamientos, emociones y acciones. Estas tendencias se organizan jerárquicamente desde rasgos específicos hasta dimensiones generales.
- Neuroticismo, extraversión y apertura a la experiencia: Estos rasgos descienden desde los 18 hasta los 30 años y declinan más lentamente a partir de esa edad.
- Amabilidad y responsabilidad: Tienden a aumentar lentamente con la edad.
Modelo de los 5 factores de Costa y McCrae (Big Five)
Este modelo categoriza la personalidad en cinco grandes dimensiones: amabilidad, extraversión, estabilidad emocional, responsabilidad y apertura a la experiencia. Cada una de estas dimensiones tiene subrasgos específicos que varían en función de la edad y las experiencias.
Modelo de etapas de Erikson
Erikson propone que durante la adultez media, las personas se enfrentan al conflicto de generatividad frente a estancamiento. La generatividad implica una preocupación por establecer y cuidar la siguiente generación, manifestándose en procreatividad, productividad y creatividad. En contraste, el estancamiento se relaciona con el rechazo y la falta de crecimiento personal.
Modelo de los acontecimientos de la vida
Este modelo sugiere que el desarrollo humano se ve influenciado por eventos clave en la vida, ya sean normativos o no normativos. Durante la adultez media, las personas experimentan una reestructuración de sus roles sociales, como despedir a los hijos que se independizan, convertirse en abuelos, cambiar de trabajo o de posición laboral, y la jubilación anticipada. Estos eventos actúan como indicadores del desarrollo y moldean la trayectoria vital de los individuos.
Modelo del autoconcepto
Desarrollado por S.K. Whitbourne, el modelo del autoconcepto se centra en cómo las personas se ven a sí mismas y cómo regulan activamente su desarrollo personal. Este modelo destaca dos procesos clave:
- Asimilación de la identidad: Esfuerzo por encajar nuevas experiencias dentro del autoconcepto existente, manteniendo la continuidad del self.
- Acomodación de la identidad: Ajuste del autoconcepto para integrar nuevas experiencias, proporcionando el cambio necesario.
El equilibrio de la identidad permite a las personas mantener un sentido estable de sí mismas mientras ajustan sus auto-esquemas para incorporar nueva información.
Crisis de los 40
Generalizar la crisis de los 40 o de la madurez como un suceso universal no es correcto. Tanto los estudios del pasado como los recientes indican que la experiencia de esta etapa varía ampliamente entre individuos y está influenciada por múltiples factores personales y contextuales.
Los estudios realizados en el pasado sobre la crisis de la mitad de la vida sugieren que es un período en el que las personas reevalúan su vida y los cambios que se viven en la personalidad y el estilo de vida. Esta reevaluación se atribuye a la denominada crisis de la mitad de la vida.
- Reevaluación de la vida: Durante este período, las personas tienden a hacer una revisión introspectiva de su vida, cuestionando decisiones pasadas y evaluando su situación actual.
- Transición vital: Esta etapa se ve como una transición significativa que implica una visión introspectiva y nuevos planteamientos sobre la vida y el futuro.
- Crisis de identidad: Conceptualizada como una crisis de identidad, donde los individuos buscan entender quiénes son y qué desean para su futuro.
- Circunstancias individuales: La transformación de esta etapa en una crisis depende en gran medida de las circunstancias individuales, los recursos personales y la capacidad de adaptación a los cambios y desafíos que se presenten.
Los estudios más recientes han ampliado la comprensión de esta etapa, señalando que la adultez media es un momento decisivo en la vida, conocido como uno de los turning points (puntos de no retorno). Estos turning points se definen como:
- Transiciones psicológicas: Incluyen cambios o transformaciones significativos en el significado, propósito o dirección percibida de una persona.
- Factores determinantes: La conversión de un turning point en una crisis depende de las circunstancias y recursos personales disponibles.
- Percepción de estrés: La edad de los 40 y los años sucesivos pueden ser momentos estresantes, pero no necesariamente más que otras etapas de la vida. Es importante no generalizar la crisis de los 40 como un suceso que le ocurre a todas o la mayoría de las personas en esta etapa.
Relaciones sociales
Las relaciones sociales en la adultez media incluyen diversas dimensiones importantes como las relaciones de pareja, las relaciones de amistad, las relaciones con los hijos adultos y las relaciones con padres ancianos.
Las relaciones de pareja
Teoría triangular del amor (Sternberg)
El amor, según Sternberg, tiene tres fases o elementos fundamentales: intimidad, pasión y compromiso.
- Intimidad: El elemento emocional que involucra autodescubrimiento, conexión, calidez y confianza.
- Pasión: El elemento motivacional, basado en impulsos internos que traducen la excitación fisiológica en deseo sexual.
- Compromiso: El elemento cognitivo, que implica la decisión de amar y permanecer con el ser amado.
La presencia o ausencia relativa de intimidad, pasión y compromiso determina la naturaleza y calidad del amor. La combinación de estos elementos puede variar, produciendo diferentes tipos de amor.
Matrimonios de larga duración satisfechos
En matrimonios de larga duración, los cónyuges tienden a resolver los problemas juntos en lugar de dejar que crezcan. Factores clave para el éxito matrimonial incluyen:
- Compromiso
- Buena comunicación
- Resolución de problemas conjunta
- Menor presión económica
- Mayor coincidencia en propósitos, metas y hobbies
- Mayor conocimiento y acuerdo sobre la vida sexual
Las relaciones de amistad
Las amistades en la adultez media proporcionan compañía, apoyo emocional y un sentido de identidad e historia compartida. Estas relaciones se basan en intereses y valores mutuos, y se desarrollan entre personas de la misma generación y en la misma etapa de vida familiar.
En esta etapa, las amistades:
- Se reducen en número pero aumentan en calidad.
- Ofrecen apoyo emocional, especialmente para las mujeres.
- Mejoran la salud física y mental, reduciendo el riesgo de enfermedades y estrés.
Sin embargo, la "carga alostática" (estrés y enfermedad que soporta una persona) puede aumentar debido a eventos vitales estresantes.
La relación con los hijos
Nido vacío
El nido vacío se refiere a cuando el último hijo se va de casa, señalando el fin de la paternidad activa. Esta transición puede ser liberadora o estresante, dependiendo de la relación de la pareja y su capacidad de adaptación.
Efectos:
- Nivel personal: Estrés o liberación.
- Nivel de pareja: Potencial crisis matrimonial o una nueva oportunidad de reconexión.
Nido abarrotado
El nido abarrotado ocurre cuando los hijos adultos regresan a casa, lo que puede causar tensión intergeneracional y conflictos sobre la autonomía y la privacidad.
Efectos:
- Nivel personal: Tensión y estrés.
- Nivel de pareja: Conflictos sobre el manejo de la situación.
La relación con los padres ancianos
En general, las relaciones entre los adultos y sus padres mayores son cálidas y afectuosas, y tienden a mejorar con el tiempo. Esto se debe a varios factores:
- Punto de vista más maduro y equilibrado: Con el tiempo, ambas partes desarrollan una perspectiva más equilibrada de la relación.
- Perdón y reconocimiento de errores pasados: La capacidad de perdonar y reconocer errores del pasado fortalece la relación.
- Mayor valoración de la persona mayor: A medida que los hijos adultos comprenden mejor el rol de sus padres en el pasado y sus limitaciones presentes, aumenta la valoración de estos.
- Independencia de los padres: Cuando los padres gozan de buena salud y son capaces de cubrir sus propios gastos, las relaciones tienden a ser más armoniosas.
Sin embargo, el equilibrio de la ayuda mutua tiende a cambiar conforme los padres envejecen y los hijos deben proporcionar una mayor cantidad de apoyo. Este cambio puede ser estresante, especialmente cuando un hijo o hija percibe a su madre o padre como anciano. Este descubrimiento puede llevar a:
- Sentimiento de responsabilidad y madurez filial: La idea de que los hijos adultos deben cuidar de sus padres mayores implica una inversión de roles y puede generar un fuerte sentido de responsabilidad.
- Relaciones saludables mientras los padres están bien: Las relaciones son mejores mientras los padres son saludables, pero cuando se vuelven vulnerables debido a enfermedades o cambios en la personalidad, la carga puede tensar la relación.
- Rol de cuidadora asumido por las hijas: Frecuentemente, las hijas asumen el rol de cuidadoras, lo que puede incluir apoyo financiero. Este rol puede conllevar consecuencias como conflictos familiares, presión económica, reducción del tiempo libre y de ocio, problemas de salud y afectación del estado de ánimo.
En resumen, aunque las relaciones con los padres ancianos pueden ser una fuente de apoyo y satisfacción, también pueden traer desafíos significativos que requieren adaptación y comprensión por parte de todos los involucrados.
Consecuencias para el cuidador
El cuidado de padres ancianos puede impactar varias áreas de la vida:
- Relaciones familiares (conflictos entre hermanos).
- Trabajo y situación económica (reducción de jornada laboral).
- Tiempo libre (menos tiempo para ocio y amigos).
- Salud (fatiga y estrés).
- Estado de ánimo (tristeza, irritabilidad, preocupación y culpa).