Saltar al contenido principal

Madurez psicológica

Conceptualización

La madurez puede entenderse desde diversas perspectivas, cada una ofreciendo una visión única del desarrollo humano. Según el Diccionario de la Real Academia Española, madurez se define como el "buen juicio o prudencia con que el hombre se gobierna". Sin embargo, en Psicología hay muchas formas de entender un fenómeno humano tan complejo y necesario como la maduración.

Sin embargo, quiero aclarar que me voy a centrar en la madurez psicológica.

Tipos de madurez

La madurez puede entenderse desde tres perspectivas diferentes: biológica, social y psicológica. Cada una de estas dimensiones ofrece una visión particular sobre el desarrollo y la madurez en el ser humano.

Madurez biológica

La madurez biológica se alcanza generalmente a partir de los 20-25 años, cuando todas las funciones corporales y sensoriales están completamente desarrolladas. Según Zacarés y Serra (1998), este es el momento en que el cuerpo humano ha alcanzado su pleno potencial físico.

Madurez social

La madurez social tiene varias características clave:

  • Relación con la edad: La madurez social está en parte relacionada con la edad del individuo.
  • Connotaciones positivas y negativas: El término "maduro" puede tener connotaciones tanto positivas como negativas dependiendo del contexto (maduro/madurez e inmaduro/inmadurez).
  • Lenguaje y atributos: La madurez se asocia a menudo con atributos positivos y deseables en el lenguaje cotidiano.

Madurez psicológica

La madurez psicológica es un concepto crucial en el desarrollo adulto. Está presente de una u otra manera para los adultos en desarrollo, especialmente cuando se autoevalúan en relación a los sucesos y transiciones que experimentan a lo largo de la vida. A continuación se detalla más sobre este concepto:

  • Autoevaluación y desarrollo: la madurez psicológica está presente cuando los adultos se autoevalúan respecto a los eventos y transiciones vividas.
  • Recursos personales: la madurez psicológica funciona como el núcleo de los recursos personales, ayudando a enfrentar transiciones y crisis de manera efectiva.

Según Zacarés y Serra (1998), la madurez psicológica puede concebirse como el núcleo central de los recursos personales que los adultos disponen para afrontar las diversas transiciones y crisis familiares a lo largo de su desarrollo.

Estas dimensiones de la madurez muestran cómo el concepto puede abarcar aspectos físicos, sociales y psicológicos del desarrollo humano, proporcionando una visión integral del proceso de maduración.

Madurez personal

La madurez personal es un conjunto de recursos personales de naturaleza psicológica que los adultos emplean para afrontar los sucesos, transiciones y crisis propias de su vida. Esta perspectiva subraya la capacidad de una persona para manejar eficazmente los desafíos y cambios que se presentan a lo largo de su desarrollo.

Para la mayoría de las personas, la madurez se describe mediante una serie de atributos positivos y deseables, tales como:

  • Autonomía: Capacidad de tomar decisiones independientes y auto-dirigidas.
  • Conductas apropiadas a las circunstancias: Adaptación del comportamiento según las situaciones específicas.
  • Ponderación y equilibrio: Juicio sensato y equilibrado en la toma de decisiones.
  • Estabilidad: Constancia emocional y mental.
  • Responsabilidad: Cumplimiento de deberes y obligaciones.
  • Cercanía afectiva: Capacidad de formar y mantener relaciones afectivas saludables.
  • Claridad en objetivos y propósitos: Tener metas claras y un sentido definido de propósito en la vida.

Estos atributos reflejan una comprensión integral de la madurez que abarca tanto el desarrollo psicológico como la capacidad de adaptación y manejo de situaciones complejas en la vida adulta.

La madurez psicológica, en particular, se concibe como el núcleo central de los recursos personales que permiten a los adultos enfrentar diversas transiciones y crisis familiares a lo largo de su vida. Esto incluye habilidades como la resiliencia, la capacidad de resolución de problemas y la adaptabilidad.

8 mitos sobre la madurez psicológica (Heath)

John Heath, un psicólogo reconocido por sus estudios en el desarrollo humano y la madurez psicológica, identificó en 1991 una serie de mitos comunes sobre lo que significa ser psicológicamente maduro. Estos mitos reflejan malentendidos y simplificaciones que pueden afectar nuestra percepción de la madurez en diferentes contextos culturales y sociales.

  • Mito 1: "Las mujeres maduran de modo diferente a los varones": La creencia de que hay diferencias fundamentales en la forma en que hombres y mujeres alcanzan la madurez psicológica. Este mito perpetúa estereotipos de género y puede influir en las expectativas y el tratamiento de hombres y mujeres en contextos educativos y laborales.
  • Mito 2: "La evaluación de la madurez es una cuestión de opinión personal o culturalmente sesgada": Este mito sugiere que no hay criterios objetivos para medir la madurez psicológica y que todas las evaluaciones son subjetivas y están influenciadas por la cultura. Si bien la cultura puede influir en la percepción de la madurez, existen indicadores psicológicos y comportamentales que pueden evaluarse objetivamente.
  • Mito 3: "Ser maduro es estar bien ajustado" (ajuste como conformidad a demandas externas): La idea de que la madurez se define por la capacidad de conformarse a las expectativas y demandas externas, sin considerar la autonomía y la autenticidad personal. La verdadera madurez implica un equilibrio entre adaptarse a las normas sociales y mantener la propia identidad y valores.
  • Mito 4: "La maduración avanza a través de estadios que siguen un orden invariante": Este mito asume que todos los individuos pasan por las mismas etapas de maduración en el mismo orden. Sin embargo, la madurez es un proceso dinámico y no lineal que puede variar ampliamente entre individuos.
  • Mito 5: "Una persona puede alcanzar la madurez como estado final": La creencia de que la madurez es un estado que se alcanza y se mantiene de forma permanente. En realidad, la madurez es un proceso continuo que puede seguir desarrollándose a lo largo de la vida a medida que las personas enfrentan nuevos desafíos y experiencias.
  • Mito 6: "La madurez no es un atributo general de la persona": Este mito sugiere que la madurez no puede ser considerada una característica integral de una persona, sino que se manifiesta de manera fragmentada en diferentes áreas de la vida. Sin embargo, la madurez psicológica suele reflejarse en un conjunto coherente de habilidades y actitudes en múltiples contextos.
  • Mito 7: "La madurez no puede medirse": La idea de que la madurez es un concepto tan subjetivo y complejo que no puede ser evaluado o medido de manera fiable. A pesar de estas dificultades, existen herramientas y métodos psicológicos que permiten evaluar diversos aspectos de la madurez psicológica.
  • Mito 8: "No podemos aprender a ser más maduros": La creencia de que la madurez es una cualidad innata que no puede desarrollarse o mejorarse con el tiempo. En realidad, la madurez puede fomentarse a través de la educación, el autoconocimiento, la reflexión y la experiencia de vida.

Constructos relacionados con la madurez psicológica

Autorrealización (Maslow)

La madurez entendida como autorrealización se refiere a una persona que logra alcanzar su máximo potencial y convertirse en todo lo que puede ser. La autorrealización consiste en desarrollar todo nuestro potencial para convertirnos en todo lo que somos. Es llegar a ser uno mismo en plenitud.

Maslow (1991) desarrolló el concepto de autorrealización y señaló 18 rasgos que caracterizan a las personas autorrealizadas:

  1. Una percepción más adecuada de la realidad.
  2. Aceptación (de sí mismo, de los demás y de la naturaleza).
  3. Espontaneidad, sencillez, naturalidad.
  4. Concentración en los problemas.
  5. Necesidad de un espacio privado.
  6. Autonomía e independencia de la cultura y en las relaciones.
  7. Apreciación clara (capacidad de apreciar con frescura e ingenuidad los bienes fundamentales de la vida).
  8. Experiencia mística, cumbre o "límite" (peak-experience).
  9. Sentimiento de comunidad (la Gemeinschaftsgefühl de Adler).
  10. Relaciones interpersonales profundas pero selectivas.
  11. Estructura democrática del carácter.
  12. Diferencia entre medio y fin, certeza ética.
  13. Sentido filosófico, no hostil del humor.
  14. Creatividad.
  15. Resistencia a la adaptación, independencia de la cultura.
  16. Imperfecciones (aburrimiento, testarudez, irritación, etc.).
  17. Valores y autorrealización.
  18. Eliminación de dicotomías (razón/emoción, trabajo/juego).

Salud mental positiva

La madurez entendida como salud mental positiva implica no solo la ausencia de síntomas de trastorno mental, sino un funcionamiento positivo deseable. Las personas maduras no son solo saludables, sino también auto-eficaces en la promoción de la salud.

Modelo de salud mental positiva (Jahoda)

Según Jahoda (1958), la personalidad madura es aquella que domina activamente su ambiente, manifiesta una cierta unidad de personalidad y es capaz de percibir el mundo y a sí misma correctamente.

Jahoda describió 6 características de las personas con salud mental positiva:

  1. Actitudes hacia sí mismo.
  2. Crecimiento y autoactualización.
  3. Integración.
  4. Autonomía.
  5. Percepción de la realidad.
  6. Dominio del entorno.

Modelo de bienestar psicológico (Ryff)

El modelo de bienestar psicológico de Ryff (1989) define el funcionamiento humano óptimo como aquel que produce una mayor cantidad de emociones positivas o de placer. En este modelo, cada dimensión es un índice de bienestar en sí mismo, y no un predictor de bienestar, señalando las consecuencias de mantener niveles óptimos o deficitarios en cada uno de ellos.

Ryff identifica 6 dimensiones clave para el bienestar psicológico:

  • Autonomía
  • Autoaceptación
  • Propósito en la vida
  • Relaciones positivas con otros
  • Dominio del entorno
  • Crecimiento personal

Estas dimensiones se relacionan tanto con una mayor satisfacción vital y un mayor bienestar subjetivo, así como con indicadores de una mejor salud física.

Capacidad psicológica

La madurez entendida como capacidad psicológica se caracteriza desde el punto de vista psicológico por la autosuficiencia, la independencia y la autonomía.

  • Autosuficiencia: la persona se basta a sí misma para el auto-apoyo emocional, la auto-comprensión cognitiva y el auto-estímulo motivacional.
  • Independencia: la persona posee las suficientes dosis de autoestima emocional, capacidad de auto-orientación cognitiva y auto-exigencia motivacional, como para poder afrontar una sana interdependencia (el otro es significativo, pero no necesario y mucho menos imprescindible).
  • Autonomía: la persona posee el suficiente autocontrol emocional, autoconvicción cognitiva y autodominio motivacional, como para poder responder de las consecuencias de sus actos y decisiones.

Perspectivas

El concepto de madurez psicológica se puede entender desde distintas perspectivas. Cada perspectiva aporta una visión particular sobre qué significa ser maduro y cómo se manifiesta la madurez en los individuos:

Perspectiva lega

La perspectiva lega se refiere a la visión común o no especializada sobre la madurez, es decir, cómo el concepto es entendido por la gente en general sin formación académica específica en el tema.

Lega

El término "lega" deriva del latín "laicus", que se utilizaba para describir a las personas que no eran clérigos y, por extensión, a aquellos que no tenían una formación específica en una disciplina.

Hoy en día, "lega" se usa en contextos como la medicina, la ley, la psicología y otros campos para describir la comprensión o interpretación común de personas que no han recibido formación especializada en esos ámbitos.

La perspectiva lega abarca dos ámbitos principales:

  1. Características de personalidad y sociodemográficas: estas características son consideradas típicas de una persona madura, formando lo que se podría denominar como el prototipo de persona madura. Incluyen aspectos de competencia, madurez interpersonal, estabilidad emocional, apertura, tradicionalidad generativa, extraversión e identidad difusa.
  2. Creencias sobre la madurez: estas creencias son asumidas por los adultos en nuestro contexto cultural, formando lo que se conoce como teorías implícitas sobre la madurez personal. Estas teorías incluyen diversas interpretaciones y significados atribuidos a la madurez en función de experiencias y expectativas culturales.

Teorías implícitas sobre la madurez personal

Estas teorías son creencias populares en nuestro contexto cultural. Incluyen diversas interpretaciones legas de la madurez.

Teoría relativista-esceptica

Según esta teoría, el concepto de madurez es relativo. En lugar de ser un constructo, es cuestión de opinión personal o de creencias. Esta perspectiva cuestiona la existencia de criterios globales de madurez, destacándose por su escepticismo acerca de la existencia de la madurez como una cualidad personal fija que se manifiesta de manera constante.

Teoría de Peter Pan

Según esta teoría, la madurez es entendida como la fidelidad a uno mismo al margen de los constreñimientos sociales hacia estilos de vida normativos. Madurar implica desarrollar las potencialidades y características idiosincrásicas sin restricciones externas que limiten la propia libertad. La madurez se asocia con ser espontáneo, creativo y natural, manteniendo la lealtad a los sueños personales y abordando la vida con una actitud abierta y sin compromiso con las responsabilidades típicas del adulto.

Teoría de la resistencia al sufrimiento

Esta teoría define la madurez como la capacidad de resistir ante las dificultades inevitables de la vida. Una persona es tanto más madura cuanto más ha resistido los "golpes de la vida" y, a la inversa, muestra su madurez en la medida en que soporta estoicamente dichos golpes. Presenta una concepción pasiva del ser humano, su evolución y maduración psicológica.

Teoría humanista-constructivista

La madurez es vista como un proceso íntimamente ligado a la experiencia interna del individuo. No se es maduro o inmaduro por las experiencias vividas, sino por cómo se afrontan dichas experiencias y por la valoración positiva de la trayectoria de maduración. La persona madura se siente más realizada. Lo que nos hace más maduros no es la cantidad de experiencias vividas, sino la forma en que las asumimos y les damos significado.

Teoría evolutivo-normativa

En este contexto, la madurez psicológica se entiende como el logro del estatus convencional del adulto. La persona madura evoluciona de forma gradual, desempeñando adecuadamente roles y responsabilidades adultas, siguiendo el "calendario social" y cumpliendo con criterios externos de estabilidad y éxito.

Desde la perspectiva evolutivo-normativa, la madurez psicológica se sitúa en dos planos:

  1. Características de la personalidad madura: Determinadas características favorecen el afrontamiento exitoso de los sucesos y transiciones evolutivas familiares, resultando en adaptaciones positivas.
  2. Afrontamiento y crecimiento: El afrontamiento y éxito en las transiciones fomentan el crecimiento en dimensiones de madurez, preparando al individuo para futuras transiciones.

Prototipo lego de persona madura

De acuerdo con el prototipo lego de persona madura, se identifican las siguientes características, de las más a las menos significativas:

  1. Competencia: Es eficaz en su trabajo.
  2. Madurez Interpersonal: Acepta de buen grado que los demás le indiquen o corrijan sus errores.
  3. Estabilidad Emocional: Se le ve feliz la mayor parte del tiempo.
  4. Apertura: Tiene un amplio rango de aficiones e intereses.
  5. Tradicionalidad Generativa: Se siente responsable de los suyos.
  6. Extraversión: Es abierta, extrovertida.
  7. Identidad Difusa: Sigue las ideas de la mayoría, sin criterios propios.

Perspectiva científica

La perspectiva científica aborda la madurez desde un enfoque más riguroso y basado en evidencia, considerando teorías y estudios empíricos. En esta perspectiva, abordan el concepto desde un enfoque global, considerando tanto la madurez adulta como su asociación con distintas fases del ciclo vital. Existen dos principales conceptualizaciones teóricas sobre la madurez en esta perspectiva:

Conceptualización dimensional o de rasgos

Las dimensiones y rasgos de la personalidad son utilizados para expresar una madurez creciente. Desde esta perspectiva, una persona madura es aquella que logra la máxima realización de sus potencialidades únicas e irrepetibles.

Maslow (1983, 1991)

Según Maslow, la madurez se alcanza a través del desarrollo pleno de las capacidades y potencialidades del individuo. Los rasgos de una personalidad madura incluyen:

  • Una percepción más adecuada de la realidad.
  • Aceptación de sí mismo, de los demás y de la naturaleza.
  • Espontaneidad, sencillez, naturalidad.
  • Concentración en los problemas.
  • Necesidad de un espacio privado.
  • Autonomía e independencia de la cultura y las relaciones.
  • Apreciación clara y fresca de los bienes fundamentales de la vida.
  • Experiencia mística y de cumbre.
  • Sentimiento de comunidad.
  • Relaciones interpersonales profundas pero selectivas.
  • Estructura democrática del carácter.
  • Sentido filosófico, no hostil del humor.
  • Creatividad.
  • Resistencia a la adaptación y flexibilidad.
  • Valores y autorrealización.
  • Eliminación de dicotomías (razón/emoción, trabajo/juego).
Allport (1973)

Allport identifica las características de una personalidad madura como:

  1. Extensión del sentido del yo: La capacidad para abarcar más áreas de la vida y participar auténticamente en actividades diversas.
  2. Relación emocional con otras personas: Relaciones con altos niveles de intimidad y capacidad para la empatía.
  3. Seguridad emocional y aceptación de uno mismo: Equilibrio emocional y tolerancia a la frustración.
  4. Auto-objetivación: Conocimiento de uno mismo, sentido del humor y capacidad de reírse de uno mismo.
  5. Filosofía unificadora de la vida: Orientación hacia valores éticos y responsabilidad.
  6. Percepción realista de la realidad y capacidad para resolver problemas.

Modelos cognitivos-evolutivos y de la psicología del yo

Estos modelos expresan estructuras de significado cualitativamente más complejas y se centran en la madurez a lo largo del ciclo vital.

Madurez psicosocial a lo largo del ciclo vital (Erikson)

Erikson (1970) propone una teoría del desarrollo del ego que abarca toda la vida y se articula en ocho etapas, cada una caracterizada por una crisis evolutiva específica que debe resolverse para avanzar a la siguiente etapa. Los principios clave de su teoría incluyen:

  1. Contenido: Cada crisis se define como un par de posibilidades opuestas (positivo o negativo) que determinan la madurez.
  2. Trayectoria: La secuencia es universal y acumulativa. Cada resolución positiva aporta una nueva fuerza psicosocial (virtud), mientras que una resolución negativa aporta una debilidad del ego.
  3. Progresión acumulativa: Cada estadio se construye sobre los resultados de los anteriores.
  4. Interacción sujeto/contexto: La persona transforma el entorno y es transformada por él.
Las 8 etapas

Erikson identifica ocho etapas del desarrollo psicosocial, cada una con su propia crisis psicosocial:

EdadEstadioCrisis psicosocialRelaciones significativasModalidades psicosocialesVirtudes psicosocialesMaladaptaciones y Malignidades
0-1InfanteConfianza vs. desconfianzaMadreCoger y dar en respuestaEsperanza, feDistorsión sensorial y Desvanecimiento
2-3BebéAutonomía vs. vergüenza y dudaPadresMantener y dejar irVoluntad, determinaciónImpulsividad y Compulsión
3-6PreescolarIniciativa vs. culpaFamiliaIr más allá del juegoPropósito, corajeCrueldad y Inhibición
7-12EscolarLaboriosidad vs. inferioridadVecindario y escuelaCompletar, hacer cosas juntosCompetenciaVirtuosidad unilateral y Inercia
12-18 o másAdolescenciaIdentidad yoica vs. confusión de rolesGrupos, modelos de rolesSer uno mismo, compartir ser uno mismoFidelidad, lealtadFanatismo y Repudio
Los 20'sAdulto jovenIntimidad vs. aislamientoColegas, amigosPerderse y hallarse a uno mismo en otroAmorPromiscuidad y Exclusividad
20's tardíos a 50'sAdulto medioGeneratividad vs. autoabsorciónHogar, compañeros de trabajoLograr ser, cuidar deCuidadoSobrextensión y Rechazo
50's ...Adulto viejoIntegridad vs. desesperaciónLos humanos o los “míos”Ser, a través de haber sido, enfrentar el no serSabiduríaPresunción y Desesperanza
Expresiones conductuales de las cualidades positivas del ego

A continuación, detallo las posibles expresiones conductuales de las cualidades positivas del ego según Erikson:

  • Sentido de confianza básica:
    1. Ser capaz de pedir ayuda y apoyo emocional a otros sin exagerar.
    2. Creer que los demás serán considerados.
    3. Empezar con la premisa de que la gente es generalmente digna de confianza.
    4. Centrarse en aspectos positivos de los demás.
    5. Comportarse de un modo relativamente abierto y auto-revelador.
  • Sentido de iniciativa:
    1. Aceptar nuevos retos "aquí y ahora".
    2. Ser líder efectivo cuando ocupa una posición.
    3. Establecer metas y trabajar para alcanzarlas.
    4. Altos niveles de activación y energía vital.
    5. Disfrutar "haciendo que ocurran cosas".
  • Sentido de identidad:
    1. Tener un autoconcepto estable.
    2. Combinar metas a corto y largo plazo.
    3. Menos susceptible a caprichos cambiantes.
    4. Presentar valores razonablemente elevados de autoaceptación.
    5. Optimismo sobre sí mismo y la vida.
  • Sentido de autonomía:
    1. Tomar decisiones propias.
    2. Expresarse en términos de "haré" o "debería hacer".
    3. Resistir ser dominado por otros.
    4. Trabajar bien solo y en cooperación.
    5. Emprender lo necesario y persistir en la tarea.
  • Sentido de industria (laboriosidad):
    1. Disfrutar aprendiendo cosas nuevas.
    2. Equilibrio entre lo que hace y lo que desea hacer.
    3. Curiosidad sobre cómo y por qué funcionan las cosas.
    4. Experimentar nuevas combinaciones, ideas y síntesis.
    5. Desarrollar complementamiento del trabajo con la atención constante.
  • Sentido de intimidad:
    1. Establecer un firme sentido de su propia identidad.
    2. Tolerar y aceptar diferencias percibidas en los demás.
    3. Relaciones con capacidad para la empatía.
    4. Formar lazos emocionales estrechos sin temer pérdida de identidad.
    5. Relaciones cooperativas y afiliativas.
  • Sentido de generatividad:
    1. Preocupado por los demás, su familia y el tipo de mundo en que vivirán.
    2. Diversos grados de implicación en fomentar el bienestar.
    3. Preocupación por las próximas generaciones.
    4. Absorberse en actividades externas.
  • Sentido de integridad:
    1. Aceptar la muerte como parte inevitable del ciclo vital.
    2. Recordar y repensar su vida con sentimientos de satisfacción, gratitud y aprecio.
    3. Ver su vida como parte de un todo.

Erikson sintetiza la madurez psicosocial como un proceso acumulativo y de interacción constante entre el individuo y su entorno. Cada etapa del ciclo vital aporta nuevas fuerzas psicosociales que fortalecen el ego y preparan al individuo para futuras transiciones.

El fruto de los siete estadios solo madura gradualmente en la persona que está envejeciendo, que se ha ocupado de las cosas y de la gente y se ha adaptado a los triunfos y desengaños de ser, por necesidad, el que ha dado origen a otros y ha producido objetos e ideas. Para expresar este resultado, no conozco mejor palabra que integridad (Erikson, 1971:113).

Teoría del desarrollo del yo (Loevinger)

Loevinger (1966, 1976) desarrolla la teoría del desarrollo del yo, conceptualizando la madurez psicológica como un proceso dinámico y coherente. Los estadios del yo son irreversibles y jerárquicos, cada uno con estructuras de significado y carácter cualitativamente más complejas.

Los 11 estadios de desarrollo del yo identificados por Loevinger son:

  1. Presocial
  2. Simbiótico
  3. Impulsivo
  4. Autoprotectivo
  5. Transición al conformista
  6. Conformista
  7. Consciente-conformista
  8. Consciente
  9. Individualístico
  10. Autónomo
  11. Integrado

Perspectiva fenomenológica

La perspectiva fenomenológica se centra en la experiencia subjetiva de la madurez, es decir, cómo los individuos perciben y viven su propio proceso de maduración. Esta perspectiva pone énfasis en:

La perspectiva fenomenológica se centra en la experiencia personal de cambio en la propia personalidad y en el significado de tales cambios. Esta perspectiva trata de responder a preguntas tales como:

  • ¿Son cambios para peor o para mejor?
  • ¿En qué sentido conducen estos cambios autopercibidos hacia la madurez personal?
  • ¿Con la edad, se vivencia una progresiva maduración personal?
  • ¿A qué factores explicativos (por ejemplo, sucesos vitales normativos y/o no normativos vs. edad cronológica) el sujeto atribuye esa supuesta maduración?

En general, en el estudio de las relaciones entre personalidad, adaptación y las principales transiciones vitales, los psicólogos probablemente sacarán enorme provecho de prestar más atención a las cuestiones de mayor preocupación para el individuo: lo que la persona selecciona como importante en su pasado y su presente, lo que espera del futuro, lo que predice que ocurrirá, qué estrategias elige y qué significado otorga al tiempo, a la vida y a la muerte. En resumen, los psicólogos deberían hacer mayor uso de la propia persona como agente informador y predictor para combinar lo fenomenológico con perspectivas objetivas (Neugarten, 1977; Ryff, 1984).

La madurez como...

  • Una realidad relativa y diferenciada: En cuanto no comprende los mismos elementos ni comporta las mismas características en los distintos momentos o etapas de desarrollo del sujeto.
  • Una realidad dinámica: En cuanto no depende para su realización de un único factor sino que es el resultado de un largo camino de integración.
  • Una realidad compleja: En cuanto es la síntesis de una serie de elementos parciales, los cuales forman lo que llamamos personalidad madura. De ahí que hablemos de madurez biológica, física, psicomotora, cognitiva, afectiva, sociocultural… todos son aspectos parciales de la madurez.
  • Una realidad provisoria: En el sentido que no se posee de manera plena y definitiva de una vez para siempre. Lo que la convierte en una realidad susceptible de progresos pero también de regresiones, a veces, significativas.
  • Una realidad ideal: No estadística, ya que no se puede referir a un parámetro de tipo prevalentemente estadístico sino más bien a contenidos que tratan de definir el nivel “ideal” que podría alcanzar cada persona.

Instrumentos de medición de la madurez psicológica

En esta sección se presentan y describen diversos instrumentos utilizados para evaluar la madurez psicológica en individuos adultos. La madurez psicológica se refiere a un conjunto de características y comportamientos que indican un desarrollo avanzado en áreas como la personalidad, las relaciones interpersonales, y el bienestar emocional.

Para medir estos aspectos, se han desarrollado diferentes escalas y cuestionarios que permiten una evaluación detallada y específica. A continuación, se detallan los principales instrumentos de medición de la madurez psicológica, cada uno con sus respectivas subescalas y áreas de enfoque:

  1. Escala de madurez de la intimidad: Evalúa el nivel de madurez en las relaciones de intimidad mediante varios componentes.
  2. Escalas de bienestar psicológico: Mide el bienestar psicológico en varias dimensiones esenciales del bienestar.
  3. Escala de desarrollo de la personalidad: Evalúa cuatro dimensiones de la personalidad de carácter evolutivo en población adulta.
  4. CRPM-2 - Cuestionario de Rasgos de la Persona Madura: Cuestionario autoinforme que mide diversas características personales relacionadas con la madurez.
  5. CCM-2 - Cuestionario de Creencias sobre la Madurez: Recolecta ideas sobre lo que constituye la madurez psicológica y los factores que contribuyen a ella.

Cada uno de estos instrumentos proporciona una perspectiva única y complementaria sobre la madurez psicológica, permitiendo una comprensión integral de este concepto complejo y multidimensional.

Escala de madurez de la intimidad

En inglés, Intimate Maturity Scale.

La Intimate Maturity Scale o Escala de madurez de la intimidad fue publicada por White, K. M., Speisman, J. C., Jackson, D., Bartis, S., y Costos, D. en 1986 en el Journal of Personality and Social Psychology bajo el título "Intimacy maturity and its correlates in young married couples". Este estudio se enfoca en la madurez de la intimidad y sus correlatos en parejas jóvenes casadas.

Los autores de este estudio construyeron un sistema de puntuación de la intimidad utilizando conceptos derivados de Orlofsky y otros investigadores. Este sistema identifica cinco componentes de la madurez en la intimidad. Estos 5 componentes son:

  1. Orientación hacia la relación: se refiere a la orientación general (en cognición, afecto y comportamiento) hacia el otro miembro en la relación
  2. Cuidado o preocupación: mide la expresión de afecto y cariño del sujeto en la relación
  3. Compromiso: el grado de compromiso de los sujetos, su afecto y su lealtad al matrimonio y a su pareja en particular.
  4. Sexualidad: evaluar hasta qué punto las personas se sienten cómodas con su propia naturaleza sexual y describen su relación sexual de una manera que enfatiza la reciprocidad
  5. Comunicación: es la más compleja de nuestras escalas porque implica considerar cuatro componentes conductuales -autodivulgación, iniciación, escucha y respuesta-, así como las cogniciones y los afectos asociados a la relación comunicativa.

Mediante una entrevista semi-estructurada, en la que la pareja es valorada sobre la base de una serie de items, se puede concluir 3 niveles de madurez en la relación

  1. Personas centradas en uno mismo
  2. Personas centradas en el rol
  3. Personas individualmente conectadas: reflejan un patrón de relación que incluye la capacidad de integrar necesidades conflictivas, hacer frente a las frustraciones y valorar a la pareja por sus cualidades únicas

White, K. M., Speisman, J. C., Jackson, D., Bartis, S., & Costos, D. (1986). La madurez de la intimidad y sus correlatos en parejas jóvenes casadas. Journal of Personality and Social Psychology, 50(1), 152-162. doi:10.1037/0022-3514.50.1.152

Escalas de bien-estar psicológico

En inglés, Scales of Psychological Well-being.

Se trata de un cuestionario cuyo objetivo es evaluar el bienestar psicológico en adultos en 6 dimensiones del bienestar. Fue publicado Carol Ryff en 1989 en un artículo titulado Happiness is everything, or is it? Explorations on the meaning of psychological well-being de la Journal of Personality and Social Psychology.

Las 6 dimensiones del bienestar son:

  1. Autoaceptación
  2. Relaciones positivas con otros
  3. Autonomía
  4. Dominio del ambiente
  5. Propósito vital
  6. Crecimiento personal

Table 4
New Measures of Psychological Well-Being

Outcome measure

Women


(n = 191)

Men


(n = 129)

M

SD

M

SD

Self-acceptance

Young adults (n = 133)

91.13

17.71

90.48

13.61

Middle-aged adults (n = 108)

93.56

19.03

99.42

18.25

Older adults (n = 80)

89.00

19.75

93.75

13.76

Positive relations with others

Young adults

101.01

13.03

89.92

12.31

Middle-aged adults

96.07

15.40

89.99

17.04

Older adults

95.03

16.80

94.39

13.81

Autonomy

Young adults

82.49

12.84

82.93

14.20

Middle-aged adults

87.62

14.26

87.34

13.35

Older adults

86.90

15.83

85.12

11.30

Environmental mastery

Young adults

88.28

14.65

89.57

11.67

Middle-aged adults

93.70

15.66

96.16

15.46

Older adults

93.47

16.25

97.39

12.23

Purpose in life

Young adults

94.92

13.38

94.80

11.93

Middle-aged adults

95.47

17.18

97.68

16.20

Older adults

88.58

16.14

92.92

14.84

Personal growth

Young adults

102.29

9.91

97.67

9.90

Middle-aged adults

100.97

13.38

98.85

13.42

Older adults

95.51

13.94

95.79

11.20

Note. Total N = 321.

Medias y desviaciones típicas de las nuevas medidas por edad y sexo. Extraído de C. Ryff (1989).

En total, el cuestionario está constituido de 84 ítems.

Ryff, C. D. (1989). Happiness is everything, or is it? Explorations on the meaning of psychological well-being. Journal of Personality and Social Psychology, 57(6), 1069-1081. doi:10.1037/0022-3514.57.6.1069

Escala de desarrollo de la personalidad

En inglés, Developmental Scales of Personality.

Se trata de un cuestionario cuyo objetivo es evaluar 4 dimensiones de la personalidad de carácter evolutivo en población adulta. Fue publicado por Ryff y Heincke en 1983, en un artículo llamado Organización subjetiva de la personalidad en la edad adulta y el envejecimiento en la Journal of Personality and Social Psychology.

Las 4 dimensiones de la personalidad son:

  1. Complejidad
  2. Generatividad
  3. Integridad
  4. Interioridad

En total, el cuestionario está constituido por 60 items, con 16 ítems por cada una de las dimensiones de la personalidad; excepto la de complejidad que sólo tiene 12 ítems.

Ryff, C. D., & Heincke, S. G. (1983). Organización subjetiva de la personalidad en la edad adulta y el envejecimiento. Journal of Personality and Social Psychology, 44(4), 807-816. doi:10.1037/0022-3514.44.4.807

CRPM-2

El nombre CRPM-2 procede del término Cuestionario de Rasgos Prototípicos de la Persona Madura. Lleva el número 2 porque es la segunda versión del cuestionario.

Se trata de un cuestionario cuyo objetivo es evaluar una serie de características personales que los adultos suelen utilizar para valorarse a sí mismos. Fue creado por Zacarés y Serra, 2000.

Las 8 sub-escalas de rasgos son:

  1. Autoestima positiva: elevadas puntuaciones indican un logro de identidad consolidado, manifestado en una autopercepción positiva y en una buena autoestima unida a una capacidad para disfrutar de las actividades cotidianas de manera similar a lo que supone una experiencia de "flujo".
  2. Apertura intelectual: apertura a la experiencia, madurez cognitiva, afrontamiento positivo de situaciones y capacidad creativa.
  3. Tradicionalidad generativa: presencia de una definida filosofía de vida como sistema de creencias junto a un sentido generativo de la propia existencia. Conciencia de un sentido del "deber" movido por la responsabilidad percibida hacia otros.
  4. Tensión emocional: factor que define la falta de estabilidad emocional y algunos componentes de lo que tradicionalmente se ha considerado el rasgo de "neuroticismo". Bajas puntuaciones en este factor indican mayores niveles de autoaceptación, serenidad y bienestar subjetivo.
  5. Competencia: elevadas puntuaciones indican concentración en objetivos y metas bien definidos, capacidad de autocontrol, locus de control interno, autonomía decisional, sentido de organización y perspectiva temporal amplia.
  6. Extraversion: asimilable parcialmente al rasgo tradicional de "extraversion", con elementos del rasgo de "sociabilidad" o "sensibilidad a las relaciones interpersonales".
  7. Madurez interpersonal: este factor definiría la madurez en la dimensión interpersonal en forma de capacidades comunicativas y de mantenimiento de las relaciones personales.
  8. Inseguridad personal: factor que expresa características de inmadurez personal asociadas a bajas expectativas de autoeficacia, difusión de identidad y sentimientos de inferioridad.

En total, está constituído de 48 items, por ejemplo:

  • Me adapto con éxito a distintas personas y situaciones sociales.
  • Me considero una persona feliz.
  • Necesito la aprobación de los demás para hacer algo.
  • Me considero una persona alegre, jovial.
  • Las críticas y opiniones de otros influyen mucho en mi conducta.

Para calcular la puntuación, hay que sumar las puntuaciones en cada una de las subescalas y dividir el resultado por el número de ítems. Eso proporciona la puntuación promedio en cada una de la subescalas.

CCM-2

El nombre CCM-2 procede de la frase Cuestionario de Creencias sobre la Madurez. Lleva el número 2 porque es la segunda versión del cuestionario.

Se trata de un cuestionario cuyo objetivo es evaluar cuánto se identifica una persona con las teorías implícitas sobre la madurez personal. Es decir, permite entender las ideas que tiene una persona sobre qué es la madurez psicológica, qué factores ayudan más a madurar y qué define a una persona como madura, utilizando el grado de acuerdo con 5 teorías legas populares. Fue creado por Zacarés y Serra en 1998.

  • Teoría de la resistencia al sufrimiento
  • Teoría evolutiva-normativa
  • Teoría relativista-escéptica
  • Teoría humanista-constructivista
  • Teoría Peter Pan

Este cuestionario consta de 42 ítems, que contienen preguntas como.

  1. Para mí, las experiencias negativas son las que más te hacen madurar.
  2. En mi opinión, ser maduro es tener la cabeza sentada.
  3. Yo creo que hay tantas formas de entender la madurez como personas y circunstancias.
  4. Siempre vamos a estar madurando porque siempre pueden haber situaciones que nos van a probar en nuestra madurez.
  5. Según creo, las personas maduras son poco convencionales y siempre sorprendentes.

En las que la persona debe responder cómo de acuerdo está con cada afirmación.

Para calcular la puntuación, hay que sumar las puntuaciones en cada una de las subescalas y dividir el resultado por el número de ítems. Eso proporciona la puntuación promedio en cada una de la subescalas.