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Tareas evolutivas

Las tareas evolutivas son retos, desafíos, objetivos o metas prescritas socioculturalmente que deberían realizarse durante períodos de edad específicos a lo largo del ciclo vital (Dittmann-Kohli, 1986).

Estas tareas dirigen el desarrollo de la persona. Algunas tareas provienen de la maduración biológica, mientras que otras están relacionadas con las normas, exigencias, presiones, expectativas sociales y decisiones personales (Lefrançois, 2001).

La ejecución de las tareas evolutivas puede dar lugar a dos desenlaces:

  • Ejecución satisfactoria: aumenta el sentido de competencia y la estima de la persona dentro de su comunidad. Sirve como preparación o adecuada solución para afrontar futuras nuevas tareas.
  • Resolución inadecuada: conllevará malestar, desaprobación social y mayor dificultad en la resolución de las siguientes tareas.

Las tareas evolutivas implican una estructuración a priori del ciclo vital que explicaría las semejanzas en el desarrollo evolutivo de las personas que pertenecen a la misma cultura. Estas tareas son importantes hitos que las personas deben cumplir para lograr un desarrollo óptimo y una adaptación exitosa a lo largo de su vida.

La existencia de un calendario evolutivo socialmente construido marca una serie de expectativas respecto a la manera de crecer y envejecer de las personas. Esto implica la existencia de intervalos de edad para ejercer roles y tareas específicas a lo largo del ciclo vital. Según Neugarten (1968) y Hagestad (1990), este calendario influye en cómo las personas deben comportarse y las tareas que deben cumplir en cada etapa de sus vidas.

La manera en que una persona maneja y completa estas tareas tiene un impacto significativo en su desarrollo y bienestar. Los hitos secuenciales marcan la adquisición de una nueva competencia importante o la incidencia de algún acontecimiento social con consecuencias psicológicas trascendentes.

Componentes del concepto original

Featherman, Smith y Peterson fueron quienes propusieron este concepto en el año 1990. Los autores originales identifican varios componentes clave en el concepto de tarea evolutiva, destacando cómo estas tareas están influenciadas y estructuradas:

  • Imposición social y cultural: las tareas son impuestas por una sociedad y cultura, secuenciándolas por edades y niveles madurativos.
  • Proceso de socialización: a través de un continuo proceso de socialización, el cumplimiento de las diferentes tareas tiende a convertirse en una aspiración del propio individuo, en sus metas vitales a lo largo de la vida.
  • Madura biológica, física y psicológica: para completar con éxito una tarea determinada, la persona debe haber alcanzado previamente un cierto nivel de madurez biológica, física y psicológica.

Ejemplos de tareas evolutivas

  • Infancia y Adolescencia: desarrollar habilidades sociales, establecer relaciones con coetáneos, y alcanzar independencia emocional.
  • Adultez Temprana: selección de pareja, integración en el mundo laboral, y formación de una familia.
  • Adultez Media: asunción de responsabilidades familiares y cívicas, y adaptación a cambios físicos.
  • Vejez: adaptación a la jubilación, reducción de ingresos, y aceptación de la pérdida de seres queridos.

Tareas de Havighurst

Havighurst (1973) divide la vida en una serie de periodos y asigna a cada uno de ellos una sucesión de tareas evolutivas. Estas etapas están diseñadas para ayudar a las personas a alcanzar un desarrollo óptimo en diferentes fases de sus vidas.

A continuación, presento una tabla que compara las etapas y logros asociados según Havighurst y Erikson.

Fase de la vidaEriksonHavighurst
12-18 añosIdentidad vs confusión de rolesRelaciones más maduras con coetáneos de ambos sexos.
Cualidad: FidelidadLograr rol social masculino o femenino.
Aceptarse físicamente.
Alcanzar independencia emocional de los padres.
Prepararse para el mundo profesional.
Adquirir valores y sistema ético.
Desear y llevar a cabo comportamiento socialmente responsable.
18-30 añosIntimidad vs aislamientoIntegración en el mundo laboral.
Cualidad: AmorSelección de una pareja.
Aprender a vivir en pareja.
Tener una familia propia.
Crianza de los hijos.
Responsabilizarse de su propio hogar.
Asumir algunas responsabilidades cívicas.
Encontrar un grupo social estable.
30-60 añosGeneratividad vs estancamientoFavorecer la asunción de responsabilidades y felicidad de los hijos.
Cualidad: CuidadoLograr una responsabilidad cívica adulta.
Alcanzar y mantenerse en unas cotas profesionales satisfactorias.
Desarrollar actividades de ocio adultas.
Relacionarse con la pareja en tanto persona.
Aceptar y ajustarse a los cambios fisiológicos de la mediana edad.
Adaptarse al envejecimiento de los padres.
Más de 60 añosIntegridad vs desesperanzaAdaptarse a una fuerza física y salud en declive.
Cualidad: SabiduríaAdaptarse a la jubilación y a una reducción de ingresos.
Adaptarse a la muerte de la pareja y viudedad.
Establecer una afiliación explícita con el propio grupo.
Adaptar y adaptarse a roles sociales de manera flexible.
Establecer un hábitat físico de vida satisfactorio.

De 12-18 años, el objetivo principal es desarrollar una identidad sólida y estable. Según Erikson, esto se relaciona con la capacidad de establecer relaciones más maduras y la aceptación del propio cuerpo y rol de género. Havighurst complementa esto al enfocarse en la independencia emocional de los padres, la preparación para la vida profesional y el desarrollo de un comportamiento socialmente responsable.

De 18-30 años, el énfasis está en la formación de relaciones íntimas y significativas, como lo describe Erikson con su enfoque en la intimidad versus el aislamiento. Havighurst añade que esta etapa incluye la integración en el mundo laboral, la selección y convivencia con una pareja, y la creación y crianza de una familia, así como el asumir responsabilidades cívicas y encontrar un grupo social estable.

De 30-60 años, la generatividad es crucial, lo que implica contribuir de manera significativa a la sociedad y a la próxima generación, como explica Erikson. Havighurst detalla que esto se traduce en asumir responsabilidades familiares y cívicas, mantener una carrera profesional satisfactoria, y adaptarse a los cambios físicos y al envejecimiento de los padres.

A partir de los 60 años, según Erikson, se centra en alcanzar un sentido de integridad y sabiduría, evitando la desesperanza. Havighurst añade que esto incluye adaptarse a los declives físicos y de salud, la jubilación, y la viudez, así como establecer conexiones significativas con la comunidad y roles sociales flexibles.

Estas tareas evolutivas son esenciales para el desarrollo saludable y el bienestar a lo largo de toda la vida, proporcionando una guía para las expectativas y metas en cada etapa del ciclo vital.