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Aprendizaje a lo largo de la vida

Infancia

Las neuronas y las conexiones neuronales se generan poco después de la concepción. Es decir, el feto ya está aprendiendo, en cierto sentido. Después del nacimiento, hay una proliferación de conexiones neuronales tremenda, incluso el doble que las de un adulto. Por ejemplo, todos los bebés tienen capacidad lingüística para percibir todos los fonemas que forman parte de todos los idiomas.

Sin embargo, antes del tercer año, el bebé pierde muchas de estas neuronas y conexiones neuronales. Según parece, las conexiones neuronales que pierde son aquellas que no ha encontrado útiles o relevantes. Este proceso se conoce como poda sináptica, y es esencial para optimizar la eficiencia del cerebro.

Los dos primeros años tras el nacimiento son especialmente sensibles para el establecimiento de conexiones neuronales importantes para el control motor, el desarrollo del lenguaje, la modulación de las emociones, los procesos de atención y percepción y para el desarrollo social. Durante este periodo, el entorno juega un papel crucial en el desarrollo cerebral.

Los factores que pueden poner en riesgo el aprendizaje incluyen deficiencia alimentaria, falta de higiene, y ausencia de relación afectiva y de cuidados. Estos factores pueden afectar negativamente el desarrollo de las conexiones neuronales y, en consecuencia, el aprendizaje.

Adolescencia

En esta etapa, la persona debe perfeccionar y desarrollar las funciones cognitivas de alto nivel, como el autocontrol, la autonomía, la previsión y organización de conductas dirigidas a metas, y la formación de la identidad individual.

Las partes del cerebro que más continúan su desarrollo durante la adolescencia son:

  • Cerebelo: involucrado en el control motor y en la coordinación de movimientos, pero también en funciones cognitivas como la atención y el lenguaje.
  • Glándula pineal: involucrada en la regulación de los ritmos circadianos y las hormonas, lo que afecta el sueño y el estado de ánimo.
  • Núcleo estriado ventral: involucrado en las conductas de alto riesgo y alta recompensa, lo que puede explicar la tendencia de los adolescentes hacia estas conductas.
  • Córtex prefrontal: involucrado en las funciones ejecutivas como la planificación, la toma de decisiones y el control de impulsos. Su desarrollo tardío puede explicar algunas conductas impulsivas típicas de esta etapa.

El aprendizaje formal es más efectivo cuanto más estrechamente esté ligado a las identidades y metas de los estudiantes y a los múltiples estímulos del mundo real en el que ellos se envuelven. Además, la interacción social y el contexto cultural son fundamentales para el aprendizaje en esta etapa.

Adultez

El desarrollo del cerebro continúa hasta los 25 años aproximadamente. Por otro lado, la eficiencia cognitiva comienza a resentirse visiblemente a partir de la década de los 40. Sin embargo, pese a la creencia popular, el cerebro es plástico a lo largo de toda la vida. Esto significa que es capaz de adaptarse y reorganizarse en respuesta a nuevas experiencias, aprendizajes y lesiones.

La neuroplasticidad en la adultez permite que las personas sigan aprendiendo y desarrollándose, aunque a un ritmo más lento que en etapas anteriores. Factores como el ejercicio físico, la estimulación cognitiva y una dieta equilibrada pueden contribuir a mantener la salud cerebral y la capacidad de aprendizaje en esta etapa.